Con estas palabras, de ánimo y esperanza, se dirigió D. Julián nuestro Arzobispo al grupo de jóvenes que está tarde han recibido el Sacramento de la Confirmación.
D. Julián nos ha invitado a ponernos al servicio de la Iglesia, para que, al igual que María, llevemos alegría a las personas de nuestro mundo que más la necesitan.
Igualmente nos ha invitado a ser como fuentes, que reciben agua de la montaña, manan, retienen y dan a quien tiene sed.
Nos ha animado a vivir nuestro compromiso para alcanzar la santidad, en nuestra familia, nuestro trabajo, en la Iglesia y con nosotros mismos.
Desde estas líneas queremos felicitar a Miguel, Adrián Daniel Agustín, Blas, Almudena, Alba, Álvaro, Lara, Santiago Matías, Marta y Raúl, que acaban de recibir la Confirmación.
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