Una vez finalizado el tiempo de Navidad, y mientras nos preparamos para celebrar las fiestas anuales en honor a Ntra. Sra. de la Candelaria y San Blas, hacemos una parada en el camino para honrar a San Antonio Abad.
Un santo que, por ser amigo de Jesús, por dejar nacer a Jesús cada día en su corazón, vivió la felicidad plena en la tierra antes de gozar la presencia de Dios en el Cielo.
Y lo hemos celebrado a nuestro estilo: con eucaristía solemne en honor al santo, procesión y, como el tiempo acompañó, bendición de mascotas en el atrio parroquial. Y para finalizar, veneramos la reliquia.
Que la bendición recibida nos alcance para que, siguiendo su ejemplo, podamos vivir nosotros también como amigos de Jesús, única fuente verdadera de felicidad.
Y, desde estas líneas, nuestro agradecimiento a Lidia y Judith por las fotos aportadas para este reportaje.
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