domingo, 21 de abril de 2019
Y AL TERCER DÍA... ¡¡RESUCITÓ!!
... Y lo celebramos a lo grande. Así, cuando caía la tarde, nos reunimos en torno al fuego, a la entrada del templo, para dar comienzo a los ritos que conforman la Vigilia Pascual, la fiesta de la resurrección del Señor.
Como en toda gran fiesta, entonamos el Pregón. Después, de forma pausada y meditada, hemos orado escuchando la Palabra de Dios, un Dios que a lo largo de la historia -de tu historia y de mi historia- siempre ha permanecido fiel, saliendo a nuestro encuentro.
Hemos dado gloria a Dios, y preparado la Mesa del Altar, antes de anunciar la gran noticia que cambió la Historia de la Humanidad: Cristo, el Hijo de Dios, ha vencido a la muerte, ha resucitado, ha vuelto a la vida, y permanece con nosotros para marcarnos el camino para llegar al Padre.
Hemos renovado nuestro compromiso. Hemos recordado que somos hijos e hijas de Dios.
Y para terminar, hemos compartido un ágape de confraternidad para celebrar como comunidad la gran fiesta pascual.
¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!
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